martes, 10 de abril de 2018


MES SABATICO

Aquí estoy nuevamente después de un mes Sabático.  Mes Sabático que pensaba tomar como descanso pero que las circunstancias lo han convertido en un mes horrible, un mes para olvidar, ya que a pesar de estar vacunado como las autoridades sanitarias recomiendan a partir de los 65 años, he trincado el peor resfriado que recuerdo haber padecido en toda mi vida, gracias a Dios todo pasó sin novedad en cuanto a salud se refiere, solamente las secuelas normales después de un buen trancazo que poco a poco se van diluyendo.

Este mes de obligado reposo he visto más tele que en toda mi vida y si el mes resultaba horrible ya de por sí, aún más horrible después de tragarme programa tras programa todo cuanto acontecía en el mundo exterior, pues cada vez que pulsaba el botón de encendido era para ver repetida  por enésima ocasión  las andanzas de nuestro muñeco catalán Puigdemont como se cachondeaba del resto de los españoles dando conferencias por toda Europa sin nadie capaz de cerrarle boca, o bien para escuchar con el corazón encogido como se desarrollaban las investigaciones de la muerte de ese chiquillo almeriense que quería ser biólogo marino y que todos sus sueños se fueron al traste por algo tan difícil de comprender y que yo personalmente no encuentro calificativo donde poder encuadrarlo.

Desgraciadamente estamos tan acostumbrados a que las noticias diarias nos ofrezcan esos terribles asesinatos por violencia de género que nuestros corazones se van endureciendo poco a poco y cada vez, sin darnos ni siquiera cuenta los vayamos aceptando como una noticia más, pero que maten a un inocente de una forma tan premeditada, sea por las razones que sea, esas noticias aún no tocan de lleno las partes más sensibles de nuestro ser

Volviendo al tema de Puigdemont, deseo exponer un poco mi punto de vista, ya que personalmente me fastidia un poco que este señor haya escogido Bélgica como lugar de refugio , a causa de lo cual este país sin comerlo ni beberlo se ha visto metido en un embrollo que en nada le beneficia de cara al resto de Europa y mucho menos en el pensamiento de los españoles. Por qué digo esto?, porque aunque no soy político ni me gusta mucho la política, creo conocer un poco a los belgas después de haber vivido 19 años en Bélgica  y haber estado casado durante 53 años con una belga flamenca. El hecho de que nuestro amigo Puigdemont haya escogido Bélgica para refugiarse parece indicar que allí podría obtener cierto apoyo de la justicia dado que es un país donde las dos etnias que lo forman siempre están a la gresca aunque nada tenga que ver el tema monárquico ni que una de las parte que lo conforman quiera separarse de la otra por preferir la república, allí son otros cantares que más tienen que ver con la idiosincrasia y con la pasta a repartir entre las dos comunidades que lo forman..

Mi esposa me contó en múltiples ocasiones que Bélgica era un país completamente ficticio. Que en cierto momento de la historia había un Rey de procedencia alemana llamado Leopoldo que se encontraba sin trabajo, y para sacarlo de la lista del inem de entonces, los alemanes idearon unir Flandes con la Valonia y formar Bélgica, dos pueblos completamente distintos empezando por el habla y mucho más por su forma de ser. Los flamencos más bien dedicado a la agricultura y muy trabajadores y los valones dedicados a la industria pero poco amantes del trabajo. Desde siempre hubo tirantez entre las dos regiones, pero a trancas y barrancas siempre llegan a entenderse políticamente hablando a la hora de formar gobierno y de repartirse los cuartos en el momento oportuno, Eso sí, si en un momento determinado alguna de las dos formaciones entra en discordia y habla de ruptura, la policía entra en acción, actuando con muchísima más contundencia que aquí en España y si es necesario la tropa sale a la calle. Vuelvo a repetir que si Puigdemont se fue a Bélgica pensando que por ser un país donde las dos comunidades que lo forman siempre están hablando de separación y podría sacar tajada de esta circunstancia, pienso sinceramente que estaba equivocado, yo creo que la justicia española se ha precipitado  y después de lo ocurrido en Alemania aun estoy más convencido de ello, lo único que tenemos que meternos en la cabeza es que en Europa cada país tiene su sistema de justicia  y que la Comunidad Europea en ese aspecto es un caos y el que  quiere huir de España solo tiene que cruzar los Pirineos y buscarse un buen abogado, no tiene necesidad de largarse a Brasil ni de poner tierra de  por medio para sentirse a salvo.

Yo, desgraciadamente y por razones personales, me tuve que sentar ante un tribunal belga para hacer  frente a una acusación falsa, me trataron con mucha amabilidad y me ofrecieron la posibilidad de usar la ayuda de un intérprete porque  no comprendía el idioma flamenco, en media hora estaba en la calle libre de toda acusación.

Todos sabemos que la historia de España está unida a Flandes, no a Bélgica, que en la época de Carlos I ni siquiera existía. Yo espero que con paciencia nuestro querido Puigdemeont tendrá la justicia que se merece sea en Bélgica,  o en Alemania, lo que más nos debe preocupar a los españoles es solucionar el problema catalán, o de cualquier otro separatismo, ya que estos solamente sirven para chupar la sangre y obtener beneficios económicos a cambio de estar calladitos cuando hay elecciones y apoyar a los partidos que no tienen suficientes votos para poder gobernar.

Mis últimos días de convalecencia han coincidido con la Semana Santa, ya hacía tiempo que no me tragaba tanto trono y tanto nazareno juntos en la tele y tanto “novio de la muerte”. Como cambian los tiempos, cuando yo era jovencito fui hermano de la cofradía de Mena, era la época en la que su hermano mayor era D. Antonio Serrano, yo era muy amigo de su hijo Miguel y fue quien me indujo a pertenecer a la cofradía. Me gustaba todo aquel jaleo que se formaba con la legión y la guardia que le hacían al Cristo de la Buena Muerte durante los días previo al Jueves Santo, que nada tiene que ver con la parafernalia que se monta hoy día en la explanada de la iglesia de Santo Domingo el Jueves Santo, con casi la mitad de los miembros del Gobierno asistiendo al traslado del Cristo a hombros de los gastadores legionarios y al son del himno “Novio de la Muerte”, Y termino mi rollo diciendo que me he llevado una gran sorpresa cuando a mis 84 años me he enterado que el famoso himno lo escogió Millán Astray después de oírselo cantar  a una cupletista de aquella época, según un comentarista de la Semana Santa malagueña.

Bueno, de acuerdo con los acontecimientos seguiremos hablando de nuestro amigo correcaminos y del Gobierno o buscaremos otro tema, hasta la próxima un saludo para quien haya tenido la paciencia de tragarse todo mi rollo.

 Capitán A. de Bonis