TIEMPOS DE MANIFESTACIONES
He perdido
la cuenta del número de manifestaciones que se vienen celebrando durante estos
últimos días a través de todo el territorio nacional. Esta es la razón por la
cual mi artículo de hoy tampoco tiene nada que ver con temas náuticos, sino que
me inclino por este otro tipo de tema más vigente y de más enjundia en la
actualidad y por lo tanto más razón de ser comentado.
Desde que
comenzaron las manifestaciones multitudinarias con motivo del problema catalán hasta
el día de hoy, uno de Mayo,” Día del Trabajo”, que según anuncian los Sindicatos
habrá manifestaciones en todos los
rincones más recónditos de España solicitando del Gobierno todo lo solicitable, (lo de siempre), no hemos tenido mucho descanso sin jaleo callejero, empezando por el follón que se formó cuando se
conoció el nombre del asesino de la chavala de la Puebla do Caramiñal, después
sin margen de descanso nos encontramos con el asesinato del chiquillo
almeriense que quería ser biólogo marino y que la amante de su padre a causa de
unos celos enfermizos, incomprensibles para la mayoría de las personas, no se
le ocurrió mejor idea que segarle la vida.
Como dice
el refrán: Éramos poco y parió la abuela, y unos días más tardes aprovechando el
rio revuelto se echaron a la calle, me imagino que azuzados por los sindicatos, los “Eméritos” reclamando
pensiones dignas y que dichas pensiones se vayan revalorizándo de acuerdo con
el I.P.C., ya que el Gobierno alardeando de que la economía española va viento
en popa y a toda vela, los españolitos que sacan el dedo para saber de dónde
viene el viento no aprecian ni siquiera una leve briza. Y como en España no nos
privamos de nada, también las féminas se echarán a la rue próximamente para
protestar por la precariedad en el trabajo que sufren por varios motivos, sobre
todo por la diferencia de salarios entre hombres y mujeres en igualdad de
puestos de trabajo, a lo cual yo me sumo sin necesidad de tener que asistir a
la manifestación. Pero el vaso aún no estaba lleno suficientemente, todos los
días se llena con una nueva gota de agua originado por la muerte violenta de
una mujer como consecuencia de la violencia de género, la lacra que inunda
España desde hace algún tiempo y va en aumento, y para que rebosara el vaso de
forma definitiva aparece en la prensa a toda pastilla el veredicto del Tribunal
de Justicia que ha juzgado a ese grupo de sevillanos apodado con el
calificativo de “MANADA” y a la cual yo añadiría la de “CABESTROS” y pienso que
es el calificativo menos ofensivo con el que se puede adornar a esa pandilla de indeseables.
Este último
tema se ha liado de una forma descomunal con las declaraciones efectuadas por
el Ministro de Justicia sobre uno de los jueces que formaban el Tribunal, ya
que cuando las cosas se dicen a medias, da pie a que cada cual interprete el
asunto a su manera. Al Ministro le están atacando por los cuatro costados
debido a que el cooperativismo en el seno del poder judicial es muy fuerte y en
cuanto a los partidos políticos se refiere, cada uno opina de acuerdo a sus
intereses particulares.
Una vez
conocida la sentencia, por una vez y sin que sirva de precedente, todo el mundo
está de acuerdo en que es una verdadera injusticia, salvo el componente
causante de que el veredicto haya quedado reducido a casi la mitad alegando
motivos verdaderamente incomprensibles,
razonamientos que más bien parecen que pertenecen a un demente que a un juez
que está en sus verdaderos cabales.
Yo,
personalmente pienso que los jueces no son dioses, que antes que dioses son
personas humanas con derecho a equivocarse. Como Capitán de la Marina Mercante
que he ejercido durante bastantes años, recuerdo perfectamente el dicho: “EL
CAPITÁN DESPUÉS DE DIOS”, posiblemente hubo una época en la cual el Capitán de
un buque de acuerdo con el Código de Comercio y encontrándose en plena mar,
podría llegar a tener más poder judicial que un propio juez en tierra, pero
todo esto ha cambiado en la realidad hoy día como consecuencia de los avances
tecnológicos que existen, sobre todo en las comunicaciones. Tanto los jueces
como los capitanes hoy día tienen a su alcance medios suficientes para no
equivocarse y por consiguiente para dejar de ser dioses. Me imagino que los
tres componentes del Tribunal que han
juzgado a la MANADA DE CABESTROS han dispuestos de los mismos informes para
dictaminar la sentencia, y el hecho de que esa sentencia no sea por unanimidad,
es el motivo por el cual todos estemos sumidos en un mar de dudas sobre la
actuación del juez en cuestión.
De todos
estos temas tratados, el único que ya está resuelto desgraciadamente y sin
necesidad de más manifestaciones, es el referente al chiquillo almeriense, los
demás son de larga duración y de difícil solución.
A diario
veo diferentes cadenas de TV donde el pan de cada día es el debate sobre todo
esto que acabo de escribir. Hay una cosa que me extraña muchísimo, que nadie ha
aprovechado para sacar a colación esta discordancia en la sentencia y poner en
entredicho a la justicia española, sobre todo los independentistas catalanes
que se encuentran huidos justamente alegando que en España no se encuentran
seguros de que sean juzgados con todas las garantías
Y basta por
hoy, espero que para mi próximo articulo ya hay pasado el nubarrón catalán por
lo menos ya que por el momento es lo más preocupante.
Saludos Capitán A. de Bonis