viernes, 17 de marzo de 2017

LOS ESTIBADORES.

Hace muchos años, sobre 1977 aproximadamente, siendo capitán del buque "Puente Castrelos", encontrándome en el puerto de Santa Cruz de Tenerife para tomar un cargamento de atún congelado para Livorno, estuvimos un par de días parados debido a una huelga de estibadores.

Después de enterarme del sueldo que cobraba el aguador, persona que se dedicaba a llevar agua para que bebieran los estibadores que realizaban las tareas de carga del buque, una hora trabajando en la bodega y otra de descanso, le propuse cambiarle el trabajo, yo me quedaba de aguador y él que pasaba a capitán, y el agua que les llevaría en el "botijo" sería "Firgas", muy apreciada en esta zona.

Por desgracia no puso ser, qué pena, pues la Marina Mercante Española es una cosa a desaparecer o mas bien desaparecida y los estibadores, aunque pocos unos seis mil, tienen mas "compañones" y muchas mas perspectivas que el resto de los españoles. Manejan el cotarro a su antojo, trabaja quien quieren ellos y de sueldo para qué vamos a hablar, son los que mas cobran de Europa y no hay nada ni nadie que puede o quiera solucionarlo, y lo digo con conocimiento de causa, unos cuantos años de director de una empresa estibadora en Málaga.

Lo peor de todo no es lo que acabo de escribir, si yo hubiese entrado, que como digo fue una pena, mis hijos serían estibadores y ahora se podrían prejubilar con el sueldo de un ministro, catorce pagas de unos tres mil quinientos euros por no hacer nada, aunque esto no lo han querido lo estibadores, y no me queda mas razonamiento que es porque ganan mas dinero, ya que lo contrario sería impensable.

Y para colmo, está el gobierno y los políticos para mejorar lo que ya es difícil.

El PP, con una mayoría absoluta durante la anterior legislatura, no quiso llevar esta ley al parlamento, les hubiese quitado muchos votos, y esto no se lo podían permitir, pues seguramente no hubiesen seguido sentados en sus poltronas, chupando del bote, así que pensó en dejarlo para mas adelante, elucubrando, si salimos la próxima vez con una mayoría absoluta, no tendremos problemas para sacar adelante las ley de la estiba, si salen los otros con mayoría absoluta pasaría lo mismo, y si sucede lo que tenemos entre manos, y no rechazan la ley, pues a decir que los demás, PSOE, Podemos, IU, etc. Que no son patriotas, cosa que es cierta, pues miran para sí, aunque hoy defiendan una cosa y mañana otra, y no se me ha olvidado Ciudadanos, pues creo que no se puede incluir con los demás, el Albert y sus acólitos son como las veletas, dependen del viento y este es muy variable y por lo tanto poco fiables.

Igualmente podría decir muchas cosas incongruentes de los anteriores partidos mencionados, pero no quiero extenderme mucho.

En definitiva, tanto si se hubiese aprobado la ley de la estiba como lo que sucedió ayer, nos han dado a los españolitos de a pie, por donde amargan los pepinos, ya que los ciento treinta y cuatro mil euros diarios que tenemos que pagar a Europa, por no haber aprobado la ley, es poco mas o menos lo que les hubiesen tenido que pagar a los estibadores si llegan a aceptar la proposición del gobierno, y esto no lo pagan ellos, lo pagamos nosotros.

Suerte tenemos los pensionistas, con las subidas anuales podemos hacer frente a esos gastos, no se si será así o es que me estoy haciendo mayor.

Pero no podemos quejarnos, y si el gobierno del Sr. Zapatero no nos subió las pensiones, el gobierno del Sr. Rajoy se jacta de la que han subido las pensiones, la culpa es nuestra, equivocamos la carrera, nos podíamos haber metido en “POLÍTICA”, y además para esto no hace falta ni carrera, si hubiésemos salido baratos a nuestros padres, aunque si una cara muy dura, aunque imagino que habrá excepciones, aunque pocas.

Y como última reflexión, ya que cada día salen mas políticos implicados en corrupciones, aunque dicen que nos son tantos, comparando con la mayoría de españoles, pues claro que no, la mayoría no hemos tenido acceso a esos 3%, eso queda para los políticos, y siempre quedará la duda, hubiese yo resistido al 3%.



Capitán Rogelio Garcés

martes, 14 de marzo de 2017

Y POR FIN LLEGÓ EL MANDO...TRES


Creo que con lo narrado anteriormente, queda más que suficiente claro lo que es un buque mercante, para lo que sirve, la complejidad de la documentación que es necesario manejar, las funciones que debe desarrollar el Capitán en cuanto a administración se refiere, a parte de sus obligaciones profesionales inherentes al mando del buque.

También dije en el primer número de este tema, que mi intención es narrar acontecimientos que no sean estrictamente profesionales, sino simplemente anécdotas o historias que puedan interesar a cualquier tipo de lector, tanto si es un profesional como si es un profano de la mar. Voy a intentarlo, y lo primero que voy hacer es referirme a una palabra que empleé en un capitulo anterior hablando sobre el Capitán. Decía que un buque era un trozo de España siempre que ondee en él la bandera española. Pensándolo bien y dejando aparte el sentido jurídico de esta definición, se me ocurre decir que ese trozo está formado por muchos trocitos, tantos como tripulantes estén enrolados. Aunque parezca que es un tema que no tiene importancia, yo opino -después de haber vivido en estas circunstancias muchos años- que es un tema de primordial transcendencia ya que por todos es sabidos que los españoles aparte de ser paridos por diferentes madres, el lugar donde lo hicieron nos diferencia bastante la forma de ser, de hablar, de pensar, de comer e incluso de nuestra ideología política. Esto, que muchas veces lo queremos amañar diciendo que resulta enriquecedor, siempre ha sido y seguirá siendo un problema; más cuando estas diferencias están metidas en un casco de hierro que es lo mismo que una caja de zapatos pero a lo bruto.

Se me ocurren varias historias o anécdotas que dan crédito a lo expuesto hasta este momento.  De antemano digo que: “cuanto escribo lo hago sin ánimo de ofender a nadie”, porque considero que cada cual tiene derecho a ser como lo ha parido su madre y a tener las ideas que ha mamado desde que vino al mundo.

Sea por las razones que fueran, el mayor número de buques que figuraban en el “Registro de Buques”, pertenecían a Compañías Navieras afincadas en las vascongadas y por consiguiente,  resultaba normal que el personal que componían la oficialidad de esos buques, fueran los titulados que salían de la Escuela de Náutica de Bilbao, que a su vez se abastecían de alumnos procedentes de Bermeo, Lequeitio, Elanchove, Mundaca, Guernica….y muchos más.  Embarcar en una Compañía vasca, no teniendo un apellido de esos que figuran en la película ésa que tan famosa se ha hecho o no siendo hijo de Obispo, resultaba de todo punto imposible. Los únicos que conseguían embarcar en esos buques, eran los fogoneros y paleros gallegos que estaban muy bien considerados por el señor Zubizarreta (de la Naviera Aznar). Se murmuraba en mi época que un alumno andaluz posiblemente hijo de obispo, tuvo la suerte de obtener plaza de agregado en uno de esos buques y que cuando llegó la hora de ocupar su plaza en la Cámara para comer, allí todo quisque parlaba euskera, con lo cual no se lo pensó dos veces, volvió a rehacer su maleta y dijo “agur” que era la única palabra que conocía.

Gracias a Dios todo cambia en esta vida y hubo un tiempo de templanza donde este tipo de situaciones se fue dulcificando. Las dotaciones de oficiales se fueron mezclando, se hablaba un castellano con los diferentes acentos de acuerdo con la procedencia pero no existía ningún problema a la hora de entenderse. Yo he navegado con personal de todas las regiones de España sin ninguna clase de problema, salvo en una ocasión que la considero la más peliaguda que he tenido que “torear” en mi carrera como Capitán y sin tener nada que ver con la profesión. 

Lo que narro a continuación sucedió hace ya más de 30 años. Posiblemente algunos de los actores estén ya fuera de servicio de este mundo. Era el momento álgido del terrorismo de ETA, cuando un día sí y el otro también, se recibían noticias de muertes producidas por los atentados perpetrados por ETA. La oficialidad del “Sierra Gredos” buque en el cual me encontraba mandándolo, estaba integrada por siete Oficiales. Yo, Capitán, andaluz de Málaga, 1er Oficial de Lequeitio (Vizcaya), 2ºOficial asturiano de Gijón, Alumno de Náutica gallego, Jefe de Maquinas de Lequeitio (Vizcaya), 1er Maquinista asturiano de Gijón y 2º Maquinista también gallego. Nos encontrábamos tomando asiento en la mesa para iniciar la comida, cuando de repente el Jefe de Máquinas dirigiéndose al 1er Oficial, su paisano, le dijo: “Hoy estamos de enhorabuena, acaban de decir por la radio que se han cargado a un guardia civil”. En ese preciso momento el 1er Maquinista que era una mole  de hombre se levantó como una centella y cogiendo al Jefe por la solapa casi lo estampa contra el mamparo. Con la ayuda de todos, incluido el Camarero, conseguimos separarlos y apaciguar la situación.

Para mí, como digo anteriormente fue un momento muy difícil ya que se producían al mismo tiempo dos actos violentos, uno de indisciplina y agresión del 1er Maquinista al Jefe de Máquinas (más que justificado) y otro las declaraciones del Jefe que se podían considerar como una exaltación del terrorismo, bastante más difícil de justificar y que se podían considerar muy graves. Me pasé bastantes horas delante de la “Biblia” (léase Diario de Navegación) pensando si debía escribir en la página de acaecimientos lo ocurrido durante la comida o dejar que las aguas se apaciguaran sin más. Se positivamente cual era mi obligación como Capitán, pero mi conciencia como ser humano me decía que no lo hiciera, porque si el Diario de Navegación pasaba por el juzgado de guardia, ello podría significar prisión para los dos leiquitianos con las posibles consecuencias familiares. Sinceramente creo que obré bien en conciencia. El Jefe insistía preguntándome si la agresión sufrida del 1er Maquinista iba a quedar sin castigo, me entraron ganas de llamarle “hijo de puta”, pero opté por contestarle que si prefería que lo denunciara por las palabras pronunciadas yo no tenía ningún inconveniente en hacer una declaración oficial de todo lo ocurrido.

Como contrapartida de todo cuanto acabo de contar, también debo decir que en la Compañía  había un Capitán que cuando le hacía transbordo a los atuneros bermeanos, desde por la mañana hasta la noche ponía los altavoces exteriores de su buque a toda pastilla emitiendo marchas militares con la única intención de joderlos. En fin, ese es otro tema para olvidar, porque en los barcos ya hay bastantes problemas como para tener que hacer frente a los relacionados con la política.

Y para finalizar el tema de hoy, algo que siempre ha ocurrido en nuestra divertida y variada España; siempre fue imposible optar a una plaza de Práctico en la Ría de Bilbao si no eras vasco y lo mismo ocurría en el rio de Sevilla, no solamente era indispensable ser andaluz, además tenías que ser sevillano. Lo que sucede ahora lo ignoro. Hace ya muchos años que no visito Sevilla. Un saludo para los que aún puedan quedar de mis tiempos en que cursé estudios en la Escuela de Náutica de San Telmo de Sevilla, año 1950/51, que ya ha llovido. 

Saludos para todos los lectores y hasta la próxima si Dios me da tema que escribir.


Capitán  A. de Bonis