HOMENAJE A MI ESPOSA GRETA CEUPPENS
Pensaba dejar pasar en blanco mi colaboración en el
blog del Circulo Marítimo este mes de Noviembre, la causa primordial es que mi
ánimo no resulta el más adecuado como consecuencia de estar a punto de
cumplirse un año del fallecimiento de mi querida esposa Greta. No obstante,
pensándolo bien, me he dicho: ¿por qué no hacerlo dedicándoselo a ella como
homenaje a los 53 años de convivencia que hemos tenido, 53 años llenos de
sacrificios y de felicidad de acuerdo con las circunstancias.
Estoy
seguro que me va a costar mucho trabajo cumplir con mi propósito, ya que aún
después de un año, cada vez que menciono su nombre se me hace un nudo en la
garganta y las lagrimas afloran como si fuese ayer mismo cuando le dije adiós para
siempre.
Yo soy uno
de los muchos españoles que en 1981 estábamos con la oreja pegada a la emisora
de radio escuchando como se iban desgranando y aprobando poco a poco los
artículos de la Ley de Divorcio propuesta por el Ministro Fernández Ordoñez, la
cual vio la luz felizmente si mal no recuerdo
a mediados de ese mismo año, 22-06-1981. Aunque esto que cuento no tiene nada
que ver con navegación ni con barcos, he de aclarar ciertos detalles para que
sea posible tener una idea clara del contexto general. En EL año 1958 yo
contraje matrimonio en Malaga con una chica de nacionalidad francesa, la había
conocido tres años antes cuando ella hacía un curso de español en un colegio de
monjas de la capital durante el verano.
En Febrero
de 1961, teníamos un hijo y ella se encontraba en Francia esperando dar a luz a
nuestro segundo. En esa fecha yo embarqué en el Sierra Urbión que tenía línea
regular con Casablanca, puerto donde se solía permanecer aproximadamente una
semana por ser cabeza de línea. Ella
enseguida me propuso y yo lo consideré razonable que estableciéramos
nuestro domicilio en Casablanca, aprovechando que su padre había ocupado plaza
de diplomático en Marruecos y aún conservaba amistades obtuvimos de forma
gratuita un chalecito perteneciente a la Embajada francesa y allí se fue a vivir
una vez que dio a luz la hija que esperaba.
Yo llegué
días más tarde creyendo que la felicidad me esperaba en la nueva vida que
acabábamos de emprender, pero nada más lejos de la realidad, ya que una vez que
conocí a mi nueva hija y nos sentamos a charlar
tranquilamente de cómo había transcurrido todo el traslado, me soltó de sopetón
que no soportaba estar casada con un marino y estaba sopesando pedir el
divorcio, amenaza que llevó a cabo al comienzo de 1962 aprovechándose de su
nacionalidad francesa y que en Marruecos regían las mismas leyes que en
Francia. En ese momento no sabía cómo reaccionar, me encontraba como perdido en
el desierto ya que en España no existía el divorcio y mi futuro familiar se me
antojaba que iba a ser un desastre.
A sabiendas
que ella iba a conseguir su propósito, lo único que exigí para dar mi consentimiento fue que mi hija de
un año fuese trasladada a España para vivir con mi familia, ella accedió a mi
petición y si te vi no me acuerdo.
Hoy día, a
punto de cumplirse un año del fallecimiento de mi segunda esposa, doy gracias a
Dios por lo que ocurrió en Casablanca y que yo consideré que sería el fin del
mundo, ya que me dio ocasión de conocer a Greta, la pareja más maravillosa con
la que he convivido 53 años, a pesar de cuantos obstáculos nos ha puesto la
vida por delante, obstáculos que empiezan por tener que renunciar a tener
familia dado que mi nacionalidad española no consideraba mi divorcio y
cualquier hijo en caso de que lo hubiese tendría la consideración de “apátrida”
según las leyes belgas, tema que para ella suponía un duro golpe. Para poder
paliar en lo posible este tema y al mismo tiempo acceder a la petición familiar
de que mi hija Marina se trasladase a Bélgica para vivir con nosotros, nos hizo
buscar formulas rocambolescas para poder obtener que las leyes belgas nos
considerasen casados para poder llegar a obtener que mi hija Marina viviera con
nosotros en Bélgica. El asunto no fue fácil, después de muchas consultas con
abogados, hubo uno que nos dio la única idea posible pero sin garantías de que
se considerase un matrimonio legal. Nos aconsejó que nos fuésemos a Inglaterra,
que nos inscribiésemos en un hotel durante 20 días, al cabo del cual podríamos
presentarnos en el Ayuntamiento y contraer matrimonio con la ayuda de dos
testigos. Así lo hicimos y estuvimos viviendo durante 20 días en un hotelito
frente al castillo de Windsor con lo cual obtuvimos un certificado de
matrimonio que presentamos en el Ayuntamiento de Duffel (Belgica) donde
vivíamos y nos inscribieron como matrimonio (hecho consumado).
Pero esta
situación nosotros sabíamos perfectamente que era una situación ficticia, que a
la larga no tendría ningún efecto legal y que no teníamos más remedio que
buscar otra solución, y esa solución solo tenía un nombre: ANULACIÓN DE MI
PRIMER MATRIMONIO. En ese lio me metí
después de consultar con un abogado en Malaga que me dio muchas esperanzas en
cuanto a tiempo y resultado, eso ocurría el año 1975. En el año 1982 me encontraba en el despacho
de uno de los integrantes del Tribunal de la Rota discutiendo el motivo por el
cual no se me concedía la Anulación y sorprendentemente escuché como con muy
buenas palabras me decía que para que un coche pudiese rodar era necesario
echarle gasolina, “más claro agua”.
Como esta fecha
coincidía con la promulgación de la Ley de Divorcio en España, conseguirlo fue
coser y cantar, solamente con demostrar el tiempo que llevaba esperando la
anulación para que el Juez firmara sin problemas el divorcio de mi primer
matrimonio y felizmente conseguimos formalizar nuestra situación contrayendo
matrimonio civil en Málaga el 9 de Julio de 1982 donde fijamos nuestra
residencia.
Esto
produjo en ella una situación agridulce,
ya que suponía dejar su familia, su país y su trabajo de fisioterapeuta que
ejerció durante 26 años, pero no lo dudó ni un solo instante. A partir de ese
momento comenzó a viajar conmigo, pero desgraciadamente se mareaba y si los
viajes eran largos su salud no se lo permitía, lo cual fue otro contratiempo en
nuestros proyectos. Tuvo que desistir de acompañarme y se centró en otros
temas. Se matriculó en la Madraza donde aprendió a tejer en alto y bajo liso,
se le daba bastante bien y acudió a varias exposiciones, hasta que la Madraza
cerró por falta de subvenciones por parte de la Diputación de Málaga.
La pintura
fue otro tema que la entretuvo durante algún tiempo, pero lo que más la llenó y a la que le dio más
importancia fue al Patchwork dado su conocimiento del inglés se hizo una
experta del tema haciendo bonitos y excelentes trabajos. El tiempo que
estuvimos viviendo en el Rincón de la Victoria, se dedicó a dar clase en la
asociación de mujeres “Amuaxa” donde dejó un buen recuerdo y últimamente se
dedicó a comunicar sus conocimientos en este tema en la Residencia donde
vivíamos.
En vista de
que ella no podía acompañarme en mis viajes, fui yo quien dejé de navegar
cuando cumplí el tiempo de navegación para poderme retirar, tenía 55 años y una
vida por delante. Pero el hombre propone y Dios dispone, cuando más felices nos
proponíamos ser una visita al médico nos dio otro golpe, le diagnosticaron una
fibrosis pulmonar y cuatro años de esperanza de vida. Era una mujer muy fuerte
y junto a llevar a rajatabla la medicación del médico, los cuatro años se
convirtieron en 13, aunque el último no mereció la pena ser vivido, verla todo
el dia enchufada a la máquina de oxigeno y comprobar cómo sus neuronas se iban
deteriorando de tal forma que su capacidad de reacción eran casi nulas, fueron
días para olvidar pero que justamente son los días que yo llevo grabados en mi
corazón y que no puedo quitarme de la cabeza.
La noche
que te caíste de la cama golpeándote
fuertemente en la cabeza y me pediste que te desenchufara de la máquina de
oxigeno para terminar cuanto antes, no tuve valor para hacerlo, yo quería que
siguieras viviendo aunque solamente fue un día más porque tu estado era
irreversible. Te pido perdón y lo único que puedo decirte es que te he querido
con toda mi alma y que te seguiré queriendo hasta el fin de mis días.
Ruego
perdonen mis lectores pero tenía que escribirlo.
Capitan A.
de Bonis
Precioso homenaje....si señor...La vida aunque en sí es una auténtica porquería nos da a veces esa segunda oportunidad de felicidad acondicionada llena de obstáculos y sufrimiento...que sólo con la persona adecuada y amor verdadero es uno capaz de torearla.....Muy orgullosa de ser tu hija, aun sigo con el nudo en la garganta y deseando que pasen estos días para poder abrazarte.
ResponderEliminarHe contabilizado casi cincuenta artículos tuyos en este blog, con los que nos has distraído, nos has provocado la sonrisa, nos has hecho pensar y –a menudo- nos has emocionado.
ResponderEliminarDe esta última entrada, escrita desde el corazón, me han conmovido profundamente las palabras de agradecimiento y amor dedicadas a la memoria de Greta.
Te agradezco que hayas publicado este homenaje en nuestro blog, permitiéndonos –una vez más- comprobar la grandeza de tus sentimientos.