miércoles, 13 de marzo de 2013

La parte árida y desconocida de una profesión: la de "Practicaje".

                 
                                       Lancha de Práctico en demanda de buque                
                                                
                        
En diversas ocasiones y de diferentes formas en nuestros días, y gracias a los medios de comunicación social, como son radio, prensa y televisión, se nos ha venido mostrando aquellas partes más atrayentes de una profesión muy marinera llamada "Practicaje". La labor encomendada a unos marinos llamados en España "Prácticos" y en otras naciones "Pilotos", podemos decir que es tan antigua como la propia navegación, pues se deriva inmediatamente de ella misma. Todo se inició cuando alguno de aquellos hombres de mar, dedicados al comercio o a la pesca, mostró a otros navegantes los secretos de ciertas rutas, bajos, corrientes o meteorología, que su experiencia le había hecho conocer, así es curioso encontrar como en algunas páginas de la "Vida de San Pablo", de Holzner, se citan los itinerarios o viajes que los Prácticos romanos confeccionaban para uso de los navegantes y de los que nos da una clara idea la famosa Tabla Peutinteriana. Aquella misma misión, actualizada con la construcción de modernas naves y completos recintos portuarios, es lo que vienen realizando esos experimentados Capitanes de La Marina Mercante que han obtenido el nombramiento de Prácticos. El pilotaje y la maniobra de los buques son tareas francamente interesantes, resultando, quizás, lo más absorbente entre las actividades del marino. La ejecución con destreza y seguridad de estos cometidos, con dureza de viento y mar, en canales estrechos o de poco calado, proporcionan una satisfacción solo comparable a aquellas que puedan tener los profesionales mas exigentes. Es bien conocido que tanto el mar como los buques son constantemente variables, y aún el mismo barco, en determinadas ocasiones, parece como si tuviera temperamento real, al no reaccionar ni obedecer siempre de igual manera. Se dice que la brillantez de algunas personas en el manejo de los buques, es cualidad innata de las mismas, pero aún siendo así, es del todo necesario un gran conocimiento de los barcos y de sus medios de propulsión y gobierno, como de las aguas en donde se mueven. De esta forma se logra tener un temperamento frío, rapidez de reflejos y la necesaria convicción de lo que se está haciendo. Una vez conocidos estos principios, la experiencia será la aliada de la seguridad. Pero a pesar de ello, el Práctico sabe del riesgo y de su responsabilidad. El considerable aumento del tonelaje de los barcos, la natural disminución del espacio maniobrable en los puertos y del incremento de las maniobras dentro de ellos, hace necesario una constante atención en el desarrollo de la maniobra, previniendo que cualquier anomalía en el gobierno o en la propulsión, pueda ocasionar daños muy costosos en las instalaciones, en los buques y hasta en las personas. Este sentido de responsabilidad ante el riesgo y ese continuo estado de tensión, son los que han hecho que organismos de diferentes países hayan realizado, dentro y fuera del trabajo, un profundo estudio de salud y del comportamiento de los profesionales del practicaje.


                            
                                          Buque tanque navegando avante libre.


CAUSA DE STRESS EN LOS PRÁCTICOS.-
Siempre que un Práctico maniobra un barco de gran tonelaje, su corazón eleva sus latidos, al nivel, por ejemplo de un conductor que acaba de realizar una maniobra extrema para evitar un accidente de coche en carretera. Tras efectuar la navegación en su lancha hasta llegar al costado del buque, muchas veces con malas condiciones de mar, el Práctico tiene que trepar por muchos peldaños de una "escala de gato" y subir a veces muchos escalones interiores hasta llegar al puente de gobierno. En ese momento, con un aumento de palpitaciones lógico, él se presta a realizar la correspondiente maniobra. A veces, por causa de la oscuridad de la noche, debe adaptar rápidamente su vista y tomar posición del lugar en donde se encuentra. Su trabajo no tiene una continuidad regular. Trabajan de día y de noche, con diferente climatología, siendo sus horas de sueño, comida y ocio, tan irregulares como su mismo trabajo. Quizás el esfuerzo físico realizado para abordar los buques y efectuar su presencia en el puente de mando, sirva para contrarrestar esas fuertes tensiones que hacen temer por la salud del Práctico y, por tanto, del buque bajo su control. Las pruebas médicas acumuladas durante los últimos años en Inglaterra y en otros países, sugieren que los Prácticos están muy expuestos a enfermedades del corazón y constantes desórdenes gástricos. El reconocimiento a su labor no está siempre presente. Sus amistades o vecinos, que solo le ven cuando está fuera de su trabajo o le hablan por teléfono cuando está en casa, lo consideran un privilegiado que se encuentra de ocio cuando ellos tienen que ir o se encuentran trabajando. Para un Práctico es muy fácil dar la apariencia de estar bien remunerado por un trabajo menor de lo normal, no sólo por esas amistades y vecinos de que hemos hablado, sino también por los armadores y tripulantes de los buques. Generalmente quienes mejor aprecian la labor del Práctico, son aquellos profesionales de reconocida valía, amantes de las maniobras y conscientes de los riesgos que conllevan. Dejando aparte las impresiones que algunas personas puedan tener sobre el hombre que realiza esa labor de practicaje, ¿qué hechos y cambios se han producido en las condiciones de trabajo del Práctico, para que su salud de haya visto afectada y, con ello, la seguridad de los barcos?. Esta pregunta es la que, después de dos años de estudios por un equipo de médicos y de psicólogos encabezados por la Dra. Patricia Shipley, del Departamento de Psicología Ocupacional, se han contestado en el Colegio Birkback de la Universidad de Londres. El equipo examinó a un determinado número de Prácticos mientras trabajaban y en la clínica, haciendo preguntas a todos los Prácticos de Gran Bretaña para completar un detallado cuestionario sobre salud, ocupaciones y forma de vida de los mismos. Un sumario provisional de las investigaciones realizadas se ha presentado aquí, basado en el punto de vista de los propios investigadores.


                                      
                          Práctico embarcando a un buque por la escala combinada.                


ORIGEN DEL AUMENTO DE LAS PULSACIONES.-

No hay duda de que el trabajo del Práctico puede ser mental o físico, ambos con mucha tensión. La tensión correspondiente al estado emocional, pudo ser medida en términos de incremento de las pulsaciones del corazón, tomando para ello a 32 Prácticos y sometiéndoles a diversas medidas, la tabla 1 da una ilustración de los valores máximos dados por los Prácticos en el transcurso de las maniobras. Es necesario precisar que las condiciones meteorológicas fueron generalmente buenas al efectuar estas mediciones, si bien era invierno. Los investigadores señalaron que posiblemente las medidas hubieran sido más altas con mal tiempo. El corazón late más rápidamente cuando se efectúa la maniobra de atraque, aunque esto no lo muestra el cuadro. De entre un limitado número de resultados comparados, es significativo que, mientras los demás factores permanecen generalmente iguales, los latidos del corazón son más frecuentes cuanto mayores son los buques. Esto corrobora las opiniones recibidas de muchos Prácticos, mostrando la ventaja de tomar, en buques de cierto tonelaje y en ciertas ocasiones, un Práctico asistente o ayudante. No obstante, llevando un barco dos Prácticos, han sido siempre mayores las pulsaciones del principal que las del asistente.


                           
                                Lancha en maniobra de desembarque de Práctico.            
PROBLEMAS DE ABORDAJE.-

En base a los mismos criterios anteriores y como ya se ha explicado en otro apartado, el embarcar o desembarcar de un barco puede someter a un Práctico a una severa carga emocional y física. Física por el esfuerzo que supone llega hasta el puente de gobierno y emocional por el riesgo de accidente para pasar de un barco a la lancha o viceversa. Después de la segunda Guerra Mundial, las modificaciones en los buques han tendido a incrementar la altura de sus costados, tanto por la introducción de barcos más grandes como por la tendencia moderna de aumentar la obra muerta, y el límite está en la capacidad que tenga el Práctico para subir. Se ha hecho un diagrama mostrando la relación entre pulsaciones y altura subida, con resultados llamativos para aquellos Prácticos de mucha edad o físicamente mal preparados. De todos modos, muchos de los mejores y experimentados Prácticos no son personas jóvenes y se encuentran realizando esta extenuante actividad como asunto rutinario. Hasta cierto punto ellos pueden adaptar su estilo o maña, para compensar estas dificultades, pero hay razones para exigir mejores y mayores medidas de seguridad en los medios de acceso a bordo. No siempre se cumplen las disposiciones vigentes ni se realizan las preceptivas inspecciones. Una de las utilidades que estas pruebas ha dado, es la comparación con otros grupos de profesionales. Ha sido posible hacer interesantes estudios de stress en Prácticos y otras personas de niveles similares en trabajo y responsabilidad, como controladores aéreos, pilotos de aerolíneas y directivos industriales por ejemplo, llegando a la conclusión de que, los Prácticos están sometidos a un mayor número de latidos, señalando también que los Prácticos están más tiempo de pie que sentados. No se llega a señalar rotundamente que las deficiencias físicas de un Práctico puedan dañar seriamente su salud, pero en verdad un Práctico poco preparado físicamente o poco adaptado psicológicamente, puede estar en peligro.

                                     
                                     Buque tanque en maniobra de amarre a boyas.


MALAS CONDICIONES FÍSICAS.-

Si no se ha encontrado una baja preparación física, sí enfermedades cardiovasculares y de mal funcionamiento del hígado en buena parte de los Prácticos del distrito de Londres. Este grupo podría ser no representativo, pero este descubrimiento confirma los estudios de epidemiología precoz sobre la mortalidad en los Prácticos y son casi un exacto reflejo de las condiciones de salud de los Prácticos de Londres a su vez. En su informe el equipo de investigación sugirió que el estilo de vida llevado antes en la Marina Mercante y seguido por algunos Prácticos, no es el más conveniente para su salud. Desde muy temprana edad navegando, con un régimen de comidas posiblemente diferentes a las de su hogar, nada que los disuada de fumar, sobrealimentación y muy poco ejercicio físico. Del cuestionario psicológico completado por más de 1.000 Prácticos del Norte de Europa, dan la idea del Práctico ideal como un hombre que no se sobreinquieta cuando se presentan riesgos o incertidumbres, que pueden relajarse con rapidez cuando finaliza su trabajo, cuyos ritmos corporales pueden adaptarse a las irregularidades de sus horas de trabajo y pueden compaginar su labor con su vida doméstica y social. Este ideal debe postergarse, porque el riesgo y la incertidumbre están en el corazón del Práctico. El no sabe nunca cual será su próxima maniobra, cual será el buque y que condiciones atmosféricas habrá. Durante sus largos años de trabajo el Práctico deberá ir haciendo frente a los cambios introducidos en la nueva y mayor tecnología de a bordo.


                                           
                                                   Práctico desembarcando                           


ASPECTOS SOCIALES.-

La irregularidad en las horas de descanso puede conducir en una dificultad en el dormir y,en todo caso, un mal descanso. Aparte, hay claras evidencias que muestran que la salud de individuos susceptibles puede ser dañada por la irregularidad de las horas de trabajo. Y no es este el único problema. Hay esposas que no se adaptan a la rutina de la llegada a deshoras de su marido, comer con retraso, interrupciones de sueño y cancelación de compromisos sociales, y no hay razón para creer que ello no puede suceder a las esposas de los Prácticos. Con frecuencia ocurre que los Prácticos y sus esposas emplean menos tiempo en actividades sociales que otros grupos profesionales similares. Normalmente los Prácticos desean una prolongada jornada de trabajo a cambio de una mayor duración del tiempo de descanso. Necesitan relajar su tensión y adaptarse por un tiempo a una vida regular.


CONCLUSIÓN.-

Este estudio quizás ha demostrado que el mundo de los Prácticos no es perfecto. El informe fue complementado y el equipo Birkback hizo muchas y detalladas observaciones, para después efectuar las correspondientes recomendaciones que contribuyan al mejoramiento general. Las principales son las siguientes:
               a)   Reconocimientos médicos periódicos, para detectar y tratar cualquier enfermedad.
               b)  Alejar  los problemas de su vida laboral.
               c)  Asesorar, ayudar y enseñar a los Prácticos, para que sean capaces de superar las incertidumbres y problemas con facilidad.
               d)  Dotando a los Prácticos del tiempo y condiciones adecuadas de descanso.
               e)  Remunerando suficientemente la labor realizada, en razón de su trabajo, riesgo, responsabilidad y tiempo. Asegurándole una capacidad económica para hacer frente a cortos, largos o definitivos periodos de inactividad por accidentes o inutilidad física.
                  
    
TABLA  1.- Servicios de practicaje en que los Prácticos dieron 140 pulsaciones por minuto o más.


        Latidos                              Tipo de maniobra                             Tonelaje del buque

           160                        Buque grande maniobrando                           105.787

           146                        Amarre a una boya                                           21.876

           153                        Atraque a un pantalán                                      31.500

           130                        Desatraque                                                       11.356

           165                        Atraque a un muelle                                         11.828

           151                        Peligro relativo de colisión                               22.160

           170                        Entrada en puerto de esclusa                             21.592



NOTA: La medida de los latidos de los Prácticos en reposo fue menos de 80 latidos
             por minuto.


                                        Marzo de 2013. Bernardino López.-












No hay comentarios:

Publicar un comentario