viernes, 11 de septiembre de 2015

CARGA DE GRANO EN EL RIO MISSISSIPPI


     La mayoría de las veces que he estado en este río, ha sido al mando de los buques CASTILLO DE JAVIER y CASTILLO DE JAVER, catalogados por la Empresa Nacional Elcano como Cementeros-Graneleros. En otra ocasión hablaré de estos barcos.
     Los viajes que más veces realizamos eran de carga de cemento a granel en las bodegas uno, tres y cinco, en los puertos de Valencia, Alcanar y Alicante, siendo los puertos normales de descarga Port Everglades, Port Canaveral y Tampa, en Florida (USA).
     Una vez terminada la descarga con nuestros propios medios (por tubería hasta los silos, con una duración de unos siete días), procedíamos a la limpieza de las bodegas de cemento para tenerlas preparadas para la siguiente carga. Normalmente hacíamos coincidir el final del fondeo, tras la descarga, con la finalización de la limpieza para llegar listos al próximo puerto de carga. 

                                  Cementero/granelero CASTILLO DE JAVIER de la Empresa Nacional Elcano


     En los primeros años, desde 1983 hasta 1986, siempre fuimos a cargaderos de grano del Río Mississippi. La llegada a Southwest Pass era sobre las ocho de la noche, realizando la navegación por el río de noche. El fondeo en los fondeaderos de 12 Miles o 9 Miles (ver esquema 4), cercanos a New Orleans se realizaba sobre las ocho de la mañana del día siguiente, para así poder hacer la primera inspección. De esta forma, si surgía algún problema con la limpieza de las bodegas, nos daba tiempo para intentar solucionarlo y pasar una segunda inspección por la tarde.
     La inspección de las bodegas era realizada por inspectores del Nacional Cargo Bureau (NCB) que revisaban la seguridad de las bodegas y el cálculo de estabilidad de grano. Seguidamente, los inspectores del Departamento de Agricultura (USDA) efectuaban otra inspección. Ésta revisión era la más problemática, pues se miraba la limpieza de las bodegas. En estos barcos, las bodegas tres y cinco llevaban en su interior unos enormes barredores que se utilizaban en la descarga de cemento, por ello, a veces nos las rechazaban. Por este motivo, la llegada siempre se hacía de noche, para así tener dos posibilidades de inspección en el mismo día.
     Para tener una idea de lo difícil que resultaba la limpieza de estas dos bodegas, pongo un esquema transversal de una de ellas. En la parte alta rallada en negro y en la parte de popa de la misma, debajo de cubierta había alojado un  barredor con dos tornillos sinfín que llegaban de babor a estribor, con sus correspondientes motores, cables, etc. y alguna que otra cosa que no sirvió para nada y acabamos tirándola al mar.  La zona rallada en rojo corresponde a tanques doble fondo, unos con fuel-oil y otros con lastre, y la zona rallada de azul a la izquierda corresponde a los tanques laterales de lastre.
 

     He querido explicar esto para que luego se pueda entender lo que nos sucedió.
     Para comprender la magnitud de esta río, voy a poner unos esquemas y explicarlos. Los cementeros podían navegar hasta Baton Rouge, unas 20 horas navegando río arriba.  
     La entrada más usada es la de Southwest Pass, (ver esquema 2) aunque hay otras mas como el South Pass, poco utilizada por este tipo de buques y otra que va solamente al puerto de New Orleans, que no tiene acceso por el río y se hace a través del Mr. Go. Channel, como ellos lo llaman, aunque nombre completo es Mississippi River Gulf Outlet Channel, ahí queda eso.

                                                                                Esquema 1

      El esquema 1 es una visión general del río, desde en desembocadura  hasta Baton Rouge, el esquema 2 es una vista de la desembocadura y de los canales de entrada, los otros esquemas muestran desde Bouthville hasta Davant, desde Davant a Bonnet Carre, desde Bonnet Carre a Burnside y el último desde Burnside a Baton Rouge.

                                                                              Esquema 2

     Comentar que en esta zona del río hay 89 atraques para graneleros, petroleros, carga general, etc., así que podemos ver cómo sería en puerto con 89 atraques.
 
                                                                              Esquema 3

                                                                             Esquema 4

                                                                                Esquema 5

                                                                               Esquema 6

     Una vez explicado todo lo anterior voy a comentar los que nos ocurrió un uno de los tantos viajes que realicé por el río. En esta ocasión el primer oficial era Juan Verd González, gran amigo y profesional, pero de la virgen del puño cerrado. Juanito no lo tomes a mal si lees esto, sabes que te aprecio un montón.  
     Como digo anteriormente llegamos a Southwest Pass sobre la ocho de la tarde y fuimos navegando hasta el fondeadero de 9 Miles Point donde fondeamos, dándonos un poco de tiempo para desayunar. Enseguida aparecieron los inspectores del NCB, revisaron las bodegas y los cálculos de estabilidad de grano, y todo quedó aprobado. Los inspectores del USDA, los que miraron las bodegas 1, 2, 3, 5 y 6 (la 4 iba con lastre), nos dieron el pase para poder cargar. No pusieron ninguna pega y se calmaron nuestros nervios.

        Vista parcial del cargadero de grano en Davant, la foto está hecha desde la popa de barco
 
     Una cosa que si aprecié es que sí había muchos barcos fondeados esperando para cargar, las inspecciones del USDA eran mucho mas duras que las que realizaban cuando había cargadero disponible, como en este caso, quizás por ello no pusieron pegas o nuestro trabajo estuvo bien hecho, cosa que intentábamos siempre.
     Como digo, había atraque disponible y nos avisó el agente que sobre las 4 de la tarde embarcaría nuevamente el práctico para dirigirnos al cargadero donde llegaríamos sobre las dos de la noche siguiente.
      Así sucedió, y nada más llegar el cargadero volvieron los inspectores del USDA, y cual sería nuestra sorpresa que cuando abrimos las tapas de escotilla de las bodegas, el plan de las cinco bodegas revisadas anteriormente, estaba lleno de agua. Había más de 5 centímetros.
     Esto suponía un retraso, pues así no se podía empezar a cargar y enseguida comenzamos a movernos para saber que había ocurrido. Llamadas a la máquina para ver si se había realizado alguna operación y podía se por ello, cosa poco probable pues eran las cinco bodegas las que tenían agua.
     Me informé que el jefe de máquinas que no había realizado ninguna operación con lastres,  y acto seguido, bajamos a las bodegas para ver si localizábamos de donde provenía este agua.    
     El agua que se mueve por este río procede de los lagos canadienses y en época de deshielo, su temperatura es bajísima, en contraste con la temperatura ambiente donde la humedad puede estar por encima del 80%.
     Observamos que la chapa de la parte interior de los tanques laterales, que eran los que expliqué que estaban rallados en azul anteriormente, y que daba a la bodega, rezumaba agua lo mismo que si fuera una fuente, así que enseguida ordené que deslastraran todos los tanques laterales y que se achicaran el agua que había en el plan de las bodegas.
     En el momento que estuvieron vacíos los tanques laterales dejó de rezumar el agua. El contacto de la humedad ambiente con esta chapa del tanque que estaba a unos grados, cuando estaban llenos de agua, era lo que lo había producido, así que nos dedicamos a dejar seca una bodega para empezar a cargar sin mas demora.
      Llevar todos los tanques de lastre y la bodega 4 totalmente llenos, es necesario para poder pasar por debajo de los puentes.

      Un poco de mal tiempo en uno de los viajes, el agua entra en cubierta comno Pedro por su casa
 
     Sacamos el agua que pudimos deslastrando la bodega y nos dedicamos a secar el plan de una bodega con fregonas, trapos y todo lo que pudiese servir.
     Yo me encontraba arriba de la bodega con los inspectores del USDA mientras todo lo anterior se realizaba y en un momento determinado, cuando parecía que estaba casi seco el plan, aunque desde arriba y a la luz de los focos casi toda la superficie del plan brillaba y no se sabía exactamente en las condiciones que estaba, una de los Inspectores dice que le indique al Primer Oficial que fuese a una de las zonas donde parecía que aún quedaba agua y que pateara en ella para ver si estaba seca o no.    
     Se lo indico a Juanito y estuvo un buen rato; y fue al único sitio que estaba totalmente seco y allí se puso a patear.
     A los que estábamos arriba nos dio un ataque de risa y pudimos empezar a cargar enseguida debido a la ocurrencia de Juan.
     Espero que sirva como entretenimiento y se conozca algo de nuestra vida.
 
     Hasta otra historia.

Capitán Rogelio Garcés

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