martes, 10 de septiembre de 2013

“AL GÜESUDOESTE SEÑOR”


Por fin me decidí a participar en el blog. Mi apreciado amigo Carlos Navarrete ya se cansó de recordármelo. Jaime Rodríguez que lo abrió, insistió que me correspondía hacerlo, por ello, probablemente, plasmó un óleo con mi firma en su inicio.

Y voy a intervenir después de leer “Recordando para evitar el Alzheimer” de  mi viejo y querido amigo Arturo, con objeto de completar algunas cosillas de sus recuerdos; así me servirá también a mí para desatascar el disco duro, como él dice.

 Efectivamente, fui en un principio a la academia Madroñero como alumno. Años atrás había sido profesor mío en San Agustín y se acordaba perfectamente de mi. Yo venía desilusionado de la Escuela de Peritos Industriales y de la de Comercio, de sonoro nombre Escuela de Altos Estudios Mercantiles, desilusionado porque ninguno cubría mis ansias de libertad. Pronto me di cuenta que lo que allí se impartía me podía solucionar mi problema económico, ya que lo tenía bastante difícil para mis gastos, libros,  viajes  y estancia en Cádiz

Hablé con Madroñero. Sin decir nada me llevó a un aula y me colocó frente al encerado. Dos o tres  horas me retuvo preguntando y haciendo que resolviera  problemas.

Unos días después era “profesor” de manera que con su sueldo y los alumnos que tenía en casa para otras escuelas, más los que  iban aumentando de Náutica para los tres cursos, y a los de Máquinas, (excepto las asignaturas específicas). me resolvieron el problema en toda la carrera.

Fueron compañeros y amigos, grandes amigos, los “alumnos” que ahora recuerdo:(algunos ya hicieron su último viaje) Octavio y José María Cañizares. José María Holgado Claros, José Luis Rodríguez Cañero, Pepe Jáuregui, Santiago Llamas, Ignacio Ortega Ortigosa, Félix  Repiso, José A. Tentor –Al que preparé de Física, nos examinamos el mismo día sacando él sobresaliente y yo aprobado (En otra ocasión comentaré como fue) – Eduardo García Ruiz de la Herrán, Luis Salvago, Parodi, y otros que se esconden en la memoria; además, a Antonio Verdugo (bastante mayor que yo) le di clase a él solo y casi a escondidas porque era inspector de una compañía y carecía de titulación superior….

Me quedan varias anécdotas relacionadas con  la memoria de Arturo de Bonis; ahora terminaré con solo una más, porque inserta una foto de él con José A. Tentor y Julio Pineda en la camareta de la Nao Santa María. Fotografía que les hice yo en 1991.

La historia y todo lo que gira en torno a dicha foto, es la siguiente:

En el año señalado, 1991 y anterior, estaba preparando nueve óleos de gran formato de los nueve acaecimientos más notables del Primer Viaje de Colón entresacados de su Diario de Navegación, con objeto de presentarlo en la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento, en la Expo/92 de Sevilla.

La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo había recibido una nota preguntando qué iba a aportar Málaga para dicho acontecimiento. Algunos Académicos que conocían mi proyecto, extraoficialmente me lo propusieron. Por la Academia de Bellas Artes no prosperó, pero lo tomó la antigua Sociedad de Ciencias y presentó los nueve óleos a los actos del V Centenario. Posteriormente se exhibieron en la Delegación del Gobierno y hace unos años en el Rectorado (Antiguo Correos).

Para tomar apuntes y fotografías de las réplicas de las carabelas que estaban en Almería, nos fuimos allí Arturo de Bonis, José A. Tentor, Julio Pineda y yo en mi flamante R-21, que estrenaba.

Hice la fotografía en la camareta de la Santa María, que insertó Arturo, para pintar el momento que pudo cambiar el curso de la Historia. Y lo pinté, pero como soy muy malo para el retrato, me salió un churro. El parecido y la expresión de Julio Colón, es buena; pero el de los hermanos Pinzón…..Eso sí; a los tres les dejé crecer el pelo y los vestí con  un atuendo que debía oler a moho. El óleo ha estado durmiendo durante estos 21 años quizás esperando este momento. Si Arturo  no hubiese publicado la fotografía, este cuadro se hubiera momificado conmigo.

Martín Alonso Pinzón –Arturo- es el que está pronunciando la frase con que iba a titular la obra “AL GÜESUDOESTE SEÑOR” como se deduce de la transcripción del Diario del Almirante:

Sábado 6 de octubre

Navegó su camino al Oeste o Güeste que es lo mismo. Anduvieron cuarenta leguas entre día y noche. Contó a la gente treinta y tres leguas. Esa noche dijo Martín Alonso que sería bien navegara la cuarta del güeste, a la parte del sudoeste: y al Almirante pareció que no decía esto Martin Alonso por la isla de Cipango, y el Almirante veía que si la erraban que no pusieran tan presto tomar tierra  firme y después a las islas.

 
 


 

Capitán MM Panamá  Vicente Gómez Navas

Actual Presidente de este Círculo Marítimo por la G.de D.

 

 

 

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